LÓPEZ-BERMEJO FELIU DE CABRERA, SEBASTIÁN
Ya en el albor del siglo XX un europeísta y defensor del pensamiento crítico como Thomas Mann denunció la crisis social como una hija de la deshumanización, del mercantilismo, una consecuencia fatal de la victoria de las leyes del mercado. Esta cuestión, completamente vigente, es la que debe afrontar el arte con más urgencia que nunca: luchar contra el crepúsculo de la espiritualidad, suplir a la religión, recordar al hombre su fe que, de forma inmanente, conserva en lo bueno, lo bello y lo verdadero.