A la muerte de su madre, un profesor marroquí exiliado en Francia desde hace veinticinco años, vuelve a su ciudad natal para resolver una cuestión de herencia. En ese viaje, el pasado resurge, mezclando inevitablemente memorias de sufrimiento y de alegría. A medida que el protagonista se adentra en las calles de la ciudad actual, va reapareciendo también un mundo perdido, marcado por la miseria y la violencia.